En espacios exteriores, las guirnaldas suelen instalarse suspendidas, en la pared o de pared a pared, de pared a columna, de columna a columna, pero también pueden colocarse de otras muchas maneras diferentes, según las características del espacio del que se disponga, como por ejemplo, de árbol a árbol en un jardín, colgando o enrollada entre las lamas en una pérgola, o en el caso de un balcón colgada de la barandilla.
Hay tantas posibilidades de aplicación como diferentes espacio exteriores, así como también podemos montarla de una u otra manera en función del efecto lumínico y del ambiente o atmósfera que de queramos conseguir.
Por otra parte es muy importante, para lograr esa atmósfera mágica y acogedora en nuestro espacio exterior, la elección de la potencia y de la temperatura de color o tono de la luz. Recomendamos tonos muy cálidos y potencias bajas.