A la hora de planificar la iluminación exterior de cualquier espacio al aire libre, en las luces de jardín o de terraza, tanto o más importante que el diseño, el tipo de proyección de la luz o el efecto que queremos crear, es la seguridad. Ello implica elegir el grado de protección adecuado de cada luminaria, en función de dónde vaya a estar ubicada y de las agresiones ambientales externas que vaya a tener que resistir.
Para ello debemos guiarnos por el grado de protección IP o Ingress Protection en inglés, y que deben llevar todas las luminarias y equipos eléctricos y electrónicos en el etiquetado.
El grado de protección IP hace referencia a la norma internacional CEI 60529 Degrees of Protection, que especifica un efectivo sistema para clasificar los diferentes grados de protección aportados a los equipos por los contenedores que resguardan los componentes que constituyen dichos equipos.

La clasificación IP se compone de dos cifras, y la combinación de ambas proporcionan la información sobre la protección de un equipo frente a la penetración en él de elementos sólidos y líquidos, según la tabla siguiente. La primera cifra hace referencia a la protección contra penetración de sólidos, y la segunda frente al agua.
Clasificación. Grados de protección IP
El grado de proteccuión IP es una combinación de 2 cifras, una de cada una de las columnas siguientes, donde la primera indica el grado de protección frente a cuerpos sólidos, y la segunda frente al agua.

¿Qué grado de protección deben tener las luces de exterior?

La elección del grado de protección IP de las luminarias en jardines y terrazas debe venir determinado por la ubicación de cada una de las luces, así como por el entorno y condiciones y/o las agresiones de los elementos que la luminaria pueda sufrir debido a su ubicación.
Con ello nos referimos a que no será preciso el mismo grado de protección IP en un aplique de pared colocado en un muro exterior o en una fachada, que solo se moja con la lluvia, y que a partir de una IP44 ya puede servir, que un proyector empotrado en suelo en una zona llana de césped en al que hay riego automático a diario, donde se requerirá una IP67.
Del mismo modo, una baliza colocada en una zona de secao o de grava, que no tiene riego y solo se moja con la lluvia, una IP44 es suficiente, mientras que una baliza en una zona de plantas, parterre con riego por difusión o aspersión, precisaremos al menos de una IP65.
A la hora de planificar el tipo de luminarias para un espacio exterior, recomendamos siempre consultar con un especialista, que les indicará qué es lo más adecuado para cada zona.
Cabe remarcar que en zonas de agua (entornos de piscinas, duchas y estanques en exterior), a parte de tener en cuenta el grado de protección IP de las luminarias, que nunca debería ser inferior a IP67, e IP68 si van sumergidas, hay que considerar los voltajes de las luminarias (en estas zonas las luces deben ser de bajo voltaje), y seguir la normativa vigente por motivos de seguridad.
Lo mismo sucede en el interior de la vivienda, si bien en toda la casa, las luces pueden ser a partir de una IP20 (no requieren mucha protección), hay que tener en cuenta que hay zonas como baños y cocina principalmente, donde las luminarias deben tener un grado de protección acorde a la normativa de seguridad para zonas húmedas, con una IP a partir de 44 para arriba, y observar también los voltajes acordes a normativa para estas zonas, como comentamos en otro artículo.